sábado, 3 de enero de 2015

Capítulo 1



-Pásame el brillito de labios, por favor...- Indicó la chica, apuntando el mostrador, mientras se miraba en el espejo. La habitación estaba totalmente echa un desastre. Colgaban prendas de ropa hasta de la lampara en el techo, y el olor a perfume barato asfixiaba.

La música acompañaba la velada, pues hoy era un día de felicidad. El último día del 2014. Las chicas estaban de fiesta.

Mell la miró extrañada, y se lo entregó. -Yo te veía mas con este labial rojo pasión, con esa melena colorada que llevas- Dijo en tono divertido, dando una calada a su cigarrillo, expulsando el humo de una forma divertida. Holly la miró sonriendo, con algo que decir. 

-Es que esta es la primera prenda de la velada, es para la cena elegante, bla-bla bla-bla... ¿me entiendes? para la NOCHE, tengo...tengo tengo...- hurgaba en el piso, entre el montón de ropa que tenían tirada y aplastada. Todas la miraban expectantes, Holly siempre salía con cada cosa. -¡mi arma mortal!- Saco un vestido corto, con un gran escote.

Todas hicieron un gesto de asombro entre risas.

-Holly no es mainstream Mell, es elegante y salvaje, es versátil, como el indie... el buen indie claro, me gusta esta canción chicas, permiso- Elisa le subió el volumen al ipod enchufado al parlante, los Arctic Monkeys eran gusto común en el departamento, las chicas solían pasar largas tardes en su compañía.

-Elisa está muy fuerte, ¿o no? los vecinos pueden llamar...- Dijo Kate de repente. Holly se acercó a ella, la tomó de las manos e hizo que se levantara de su asiento a bailar junto a ella.

-¡Que llamen los vecinos, que importa! estamos de año nuevo, ¡wow!- Kate solo reía incomoda, hasta que se se sentó de nuevo.

-Feel the same as I do... we could be together...- cantó Mell, y todas a coro terminaron con un "If you wanted too", y una gran carcajada.

Sería una noche inolvidable.




-*-



 El reloj mostraba las 20:00 en punto. Encima de la mesita, cubierta por un mantel fino, que seguramente lo fabricaron especialmente para ellos, había de todos los tipos de cóctel que te puedas imaginar, bebestibles y comestibles.

No era nada mas ni nada menos que un hotel lujoso, ubicado en Londres, que los esperaba para cenar, y terminar con el año de las glorias. 1964 fue un año duro, para todos, y esta era la bendita oportunidad para empezar de nuevo. Pero eran jóvenes rockeros, y sinceramente, todo estos lujos y flashes eran algo... aburridos.

-¿Cómo la están pasando?- Dijo Ringo, acercándose a la conversación privada que mantenían George y  John.

-De pelos...- Responde George.

-Groovy...- Continúa John con el sarcasmo. -¿A quién se le ocurrió esta fiesta tan super?- Soltándose el corbatín empaquetado.

-¡Fue Paul! le dio la idea a Brian...- Añadió Ringo, prendiendo un cigarrillo, y ofreciéndole a los demás. -Hubiese preferido algo tranquilo en mi casa, estoy harto de usar traje.

-¿Escuché mi nombre?- Llega Paul imponente, al contrario, con un traje perfectamente arreglado. Se veía muy guapo.

-Sí, maldito aguafiestas... a ti se te ocurrió aceptar esto. Yo dije, vamos al barrio rojo...- Dijo John, y George le golpea el brazo. Es que Cynthia venía hacia el grupo.

-¡Fue Jane! ella dijo, "cariño... ¿por qué no hacemos una fiesta donde venga toda tu familia para terminar el año?" entonces yo dije "cariño, no sé..." pero se emocionó, quiso el hotel más caro, y todo de lujo... y empezó con sus amenazas, y ya saben... la carne es débil.

-Pff, hombres...- Bufó George.

-John, disculpen chicos... cielo, Mimi te busca, dijo que deberías estar un tiempo con Julian antes que se duerma- Todos se voltearon hacia ellos, por más que Cyn habló bajo.

-Dile que ya voy- Respondió John, no prestando mucha atención, con suerte la miró a los ojos. Cyn aceptó, y se volvió a donde estaba. -Como estaba diciendo, yo dije... chicos vamos al barrio rojo, y ustedes "no, no, después de las 12"- Todos se quedaron con lo anterior dando vueltas en la cabeza. Y es que su amigo solía ser irresponsable muchas veces.

-John, mejor anda- Interrumpe Ringo.

-Sí viejo, mejor ve con Julian, por algo Mimi te lo dice.- Así que acepta de mala gana, con una media sonrisa. -¿Vamos a dentro colegas?- Añade George, y los demás asienten, apagando el cigarrillo.

Apenas entran, Pattie se cuelga del cuello de Harrison y lo invade de palabras y mimos. George la toma de la cintura y le regala un tierno beso. Voltea y se da cuenta que estaba toda su familia mirando. Harold, su madre, he incluso su hermana Louise, saludaron divertidamente, con un "Georgie está grande" entre los labios. Sonríe, y la chica se sonroja un poco.

-Linda, iré por algo para beber, ¿me acompañas?- La chica asiente sonriente, y toma de su mano.

-Mientras sea de dieta, somos todos felices- soltó una risita aguda un poco desagradable, pero George ya la quería así, con sus típicos comentarios de estrella.

-¡Paul! Paul ven un minuto...- Grita el padre de Jane, desde una esquina. Se acerca a su suegro.

-Dígame señor Asher.

-Hoy es un día especial... recuerdas aquello del compromiso, el matrimonio entre tú y Jane, hoy bueno "jaja"...- soltaba unas risas incomodas, y gruesas como su voz. -Podría ser el día, ya sabes, el día... de la propuesta...- concluyó.

Paul se rascó el casco. La verdad no estaba interesado en aquello, pero a veces para caer bien... hacia cosas de las que se arrepiente.

-Mo, parece que Paul está en problemas...- Dijo Ringo al otro lado de la sala, con su chica de la mano.

-¿Por qué lo dices amor?- Entonces ella volteó, el viejo y gordo Asher sobre Macca, y el pobre con cara de bebé más asustado que lo común.

-Bueno señor Asher- suelta una risa incomoda - pienso que...- Salvado por la campana, Ringo se digna a hacer un brindis, golpeando una copa de vidrio. Todos se voltean hacia él.

-Hola, primero que todo, gracias por venir...- Alzaron sus copas. Y en eso, Richard le guiña un ojo a McCartney, la complicidad es tanta. Paul le responde con un "ok" con los dedos.



-*-



-ENSERIO... ¿esto?- Preguntó Elisa, totalmente desorientada.

Las chicas llegaron con todas las ilusiones de un super coctel de año nuevo. Estuvieron al menos tres horas preparándose para verse increíbles y lujosas, con champagne y vestidos caros, hombres con traje... sin embargo se llevaron una non-grata sorpresa.

-Oops...- Soltó Holly.

-¿Qué hiciste Holly?- pregunta Kate, con la misma cara que Mell y Elisa.

Miraban a su al rededor, no era nada mas ni nada menos que un bar de borrachines maduros, con unas cuantas viejas regordetas con pelo teñido y dañado. Unos cuantos chicos con apariencia de rapers mal jugados, con ropas anchas y mucho "swag", que más que eso parecía que te asaltarían solo con la mirada. Las paredes estaban sucias, y olía a vino fermentado.

Todas se cruzaron de brazos, y Holly expresó riendo -Esto... definitivamente no es lo que decía el panfleto.

-NI LO MENCIONES...- Responde Mell, tocando una puerta que parecía que las arañas se la iban a comer.

-Esperaba algo un poco más... menos... asqueroso- suelta Elisa con cara de asco al ver uno de estos viejos borrachines guiñándoles el ojo.

-Ay cielos, vayámonos de aquí...- Dijo Kate.

-¡Ya chicas, que cunda el pánico! yo arreglaré esto...- Holly se acercó a el mesón de un bar. Se veía que conversaba algo animadamente y con su mejor sonrisa al barman, hasta que se vuelve a acercar a las chicas. -Noup... no lo puede arreglar. Esta es la fiesta correcta. -Esbozó una sonrisa, en donde todas quisieron golpearla.

Sentadas en una de las mesas, esperaron a que alguien les sirviera algo para beber, aunque sea eso. Si no puedes contra ellos, pues únete.

Pasa por el lado un hombre barbón, pasado de copas, y lanza un eructo desagradable y despampanante. Todas se miraron con cara de asco, y luego soltaron una risa. -Ya, si tampoco tiene que ser tan malo... osea, mientras estemos juntas, la pasaremos bien...- Dijo Mell, tratando de apaciguar todo. -Esto tiene que saberlo la ciber-gente...- Sacó su celular, abrió el twitter, mientras le sacaba una foto a las chicas con cara larga. -¡Ahora una selfie, pónganse!

-Tienes razón, solo imaginemos que estamos en el hotel ese de la foto. Mira, ¡ahí están los bocadillos finos, ahí están los chicos guapos!- Responde Elisa riendo, enseñando el mesón sucio.

-Hola, ¿qué van a llevar? tengo whiski y cerveza por hoy... también tenemos champagne, algo más fino para la señorita...- Llegó de repente el mesero a tomar la orden, era un chico joven, con piercings por todas partes. Elisa solo rió ante el coqueto comentario.

-Bien, chicas...-

-Whiski para mi...- Dice Holly, prendiendo un cigarro.

-Uuh que ruda... yo quiero champagne, por favor. ¿Kate?- Pide Mell

-No bebo, gracias...-

-¡Solo por hoy!- la animó Elisa.

-Tengo happy hour a esta hora...- recomienda el joven.

-Genial, cuatro champagne entonces, y un whiski por favor. Y algo para picar...- Concluye.

Pasado la hora, no se percataron de lo bien que lo podían pasar en ese lugar. Terminaron bailando junto a los viejos borrachines y señoras regordetas. La verdad es que el alcohol se les subió un poco a la cabeza, y estaban muertas de risa. Quizás algo tenía esa noche especial, la última del año, que hacia a la gente increíblemente más alegre, una especie de magia.

Mell rompía en carcajadas, observando como las otras tres chicas bailaban con unos hombrecitos viejitos, que con suerte movían los pies de borrachos. Les sacaba fotos y videos, para luego reírse de aquella noche. -Oigan, ¡Ya van a ser las doce! - Dice de repente, al percatarse de la hora en su celular.

-¡Vamos afuera, lanzarán fuegos artificiales!- Entonces las cuatro se toman del brazo, haciéndose paso entre la gente danzando y riendo, hasta que llegan afuera... a una terraza que lucía bastante mejor que adentro del bar. Una especie de jardín trasero.

Quedaron algo pasmadas al ver la belleza de aquello, no simplemente lo que se logra ver, sino que la situación tenía algo particular, especial, que les llenaba el corazón. Se ubicaron en una banca, apoyada a la pared, cuidando sus hermosos vestidos, y descansando los pies de los tacones.

Miraban el cielo, en silencio, como nunca. Se escuchaban voces de personas celebrando al rededor de toda la ciudad, un Londres despierto... de fiesta. Niños riendo, y música que alegraba la cuadra.

-Esta es la primera vez que paso un año nuevo fuera de casa...- Dice Kate, golpeando al silencio, mirando su celular... a ver si es que su novio Chris se digna a hablarle, un mensaje de año nuevo, no pedía mucho.

-La mía también...- Responde Elisa, mientras miraba el cielo concentradisima, pensando en cuantas de esas estrellas alcanzaba a divisar, porque detrás de las visibles, habían muchas más. Igual que las posibilidades de vida, las opciones, el destino.

Ese silencio majestuoso, con un cielo estrellado despampanante.

-Este año fue una mierda... y ya no soporto estos zapatitos, ¿nadie trajo mis vans?- Suelta una Holly exhausta, por lo demás mirando los tacones. Y la verdad había sido un año bastante duro, con altos y bajos para todas.

Mell comía granitos de maní, que se había guardado mientras las chicas bailaban. -No sé chicas... yo pienso que lo mejor, es que me encanta pasarlo con ustedes. También es la primera vez que estoy fuera de casa... y concuerdo, no fue mi año... en absoluto.

-A veces quisiera que... algo grandioso nos pasara, ¿lo han pensado? es decir... ¡es Londres! todo pasa en esta ciudad- suelta Elisa.

-Sí... me gustaría... me gustaría... ¿qué me gustaría?- Dice la chica masticando maní.

Y mientras ella pensaba en "lo que le gustaría", mientras Holly se quejaba de sus pies dañados, Kate soñaba con un mensaje de su amor, Elisa de tanto mirar el cielo y las estrellas, grita en el momento preciso.

-¡AAAAAH! ¡una estrella fugaz mira!- y las cuatro giraron su mirada al cielo al instante.

-¡Oh demonios!, ¿la viste?

-¡Sí, pero era gigante, pasó muy cerca!

-¡YA CÁLLENSE, PIDAN EL DESEO TONTAS!

Cerraron los ojos, y se tomaron de las manos unas a otras, casi como un aquelarre. Y rezaron a esa estrella de luz deslumbrante, que algo increíble llegara a sus vidas... que Londres les mostrara algo de su mágica naturaleza, entre cabinas telefónicas rojas y buses de dos pisos.

Una vez que tenían lo ojos bien cerrados, que pidieron el deseo en silencio, se soltaron las manos, y se miraron. -¿Qué pediste?- susurra la chica del maní a la pelirroja.

-¡No se cuenta, o si no no se cumple!- advierte Kate.

-No te cuento nada Mell, nada. Pero dame maní- Le roba de la mano.

-Yo igual quiero maní... pero más quiero bailar, con alguien... un chico... no un borrachín- reitera Elisa.

Escucharon la música del Big Ben a lo lejos, los crujidos en el cielo de los primeros fuegos artificiales, las bocinas de los autos, y los gritos de las personas. "Cinco, cuatro, tres, dos, uno..."

-¡Ya es año nuevo!

El primer abrazo del año, fue entre las cuatro. Entre risas y bromas.

-Chicas... este... será el mejor año, de nuestras vidas.

Y todas asintieron, con una corazonada incesable.





-*-



Lo que Mell, Elisa, Holly y Kate no sabían, es que hace exactamente 50 años atrás, habían cuatro jovenes de Liverpool, en una situación extrañamente similar. El último minuto de 1964.

George, Paul, Ringo y John; Compartían unos cigarrillos, desde el balcón de el lujoso hotel. Dentro del salón había música en vivo, un poco de Jazz para amenizar el ambiente, y los familiares y amigos bebían y comían. 

George le hace una seña a John, que está al otro lado de la sala, entonces este patea debajo de la mesa los pies de Macca, y Ringo ya esperaba en el marco de la puerta a la salida. Se levantan los cuatro sigilosamente, sin armar revuelo. 

-¡Al fin! ya estaba exhausto...- dice Lennon tomando una bocanada de aire. 

-Creo que mi estomago va a estallar- responde George, acariciando su panza.

-Menos mal comes y no engordas, no queremos un guitarrista en forma de balón.

-Yo no reclamo por tu cara de bebé mal formada- replica a Paul, mientras todos ríen.

-Que linda está la noche...-Dice Richard, cambiando el tema. 

-Oh, no como tus ojos azules, corazón mío- Bromea John. 

En la calle se escuchaban bocinas y celebraciones, botellas de champagne destapándose, y risas por todas partes. Un fuerte ruido opaca todos esos demás sonidos, algo ensordecedor. Todos se sobresaltan. 

Entonces, una luz cegadora... que sobrepasaba mil veces la luz de una estrella fugaz, se posa frente a ellos. Los muchachos sienten que aquella luz se desvanece, hasta desaparecer por completo de su vista. Luego de aquello, nadie decía nada, estaban en shock. 

-¿Ya morí?- George fue el primero en hablar.

-Estoy loco ó... ¿también lo vieron?

-Bueno, de que estás loco John no hay duda... pero yo también vi esa cosa espantosa- responde el ojiazules. 

-¿Qué rayos fue eso?- Al fin habla Paul, asustado. 

-Una estrella fugaz, ¿pero como diablos va a pasar tan cerca de nosotros, tan grande era?- Comenta Harrison, mirando la ciudad, para ver si calló en algún lugar cercano, pues es la única posibilidad de su esplendor. -Quizás calló al Tamesis...

-Bueno... se supone que, se piden deseos...

-Sí... ¿creen que debamos...?

-Yo ya lo pedí, no sé ustedes. 

"Que algo increíble pase otra vez". 

Así coincidía el deseo de los músicos, y tal como se repitió la historia unos cincuenta años después, a los segundos se escucha el conteo "diez, nueve, ocho, siete..." Se asomaron,  y vieron la multitud de personas bajo el Big Ben, al lado del The London Eye, "cinco, cuatro, tres, dos, uno...". 

Las campanadas retumbaron en toda la ciudad, el cielo se iluminó de brillos, dejando a los chicos con una sensación terrible, un misterioso futuro les deparaba.







Hola! he aquí el primer capítulo de esta historia, y debo decir que me emociona mucho subirlo. Primero que todo, ¡dar la bienvenida! a nombre de las cuatro, y ojala disfruten de esta idea loca de fanfiction que estamos formando. Dentro de poco verán más de la trama, y en que consiste la historia en sí, ¡es una travesía a través de épocas que JURO que las hará emocionar! y seguro se lograrán identificar con algún personaje, que como pudieron ver son bien adaptadas a la época. Además como parte del paquete de hoy, a un precio módico (? prometemos mucho Paul, George, Ringo y John, oh sí, esos fabulosos que logran inspirarnos a escribir tantas cosas. Espero les agrade. 
También quiero saludar a Carla y María que comentaron el prólogo! fueron las primeras en comentarnos, que emoción u_u espero que les agrade la historia! 

Sin dar más vueltas, ¡muchos cariños! 

-Cata McLennon. 








3 comentarios:

  1. Wow que comienzo, supongo que van a quedar los ocho (osea las chicas y los chicos) en la misma época, la cosa es que... no sé si ellas viajan o ellos.

    Bueno vamos a ver que se va formando y como sigue la historia :) hasta ahora está interesante, espero el prox capitulo
    Besos ♥

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  2. QUEEEEE GENIALL JAJAJAJJAJAJAJA ESTUVI MUY BUENO EL CAPÍTULO CATA ME CAES BIEN :-$ :-$ :-$ :-$ :-$
    Tooodos los personajes los inventaron ustedes???? No se copiaron de nadie???? Jajjajajajaj me hizo gracia el capitulo es muy gracioso =-O =-O =-O Jajajajja jajajaja
    Besitos y abracitos de Carliiii XDDDDDD

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  3. Lovely Cata, Salma my dear, Hey Lucy, Dear Vicky ♡♡♡ jajajaja

    Que excelente comienzo! Wow me encanta la historia y eso de que las épocas se crucen y todo eso.

    Ya me imagino a nuestros queridos beatles con Kate, Elisa, Mell y Holly compartiendo increíbles aventuras, y claro que me sentí identificada... En especial cuando comenzó a sonar 'do you wanna know?' porque la amo y siempre le subo el volumen jajajaja

    Espero que suban pronto el próximo capítulo :DDD

    Las cuatro son unas genias!

    Las quiero a montones

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